¡Cuidado! Warning! Achtung! Spoilers que pueden causarte "muerte real"
(No estaba muerto, estaba de parranda... vamos, como los Metallica. Y ahora sí, al turrón)
2017 iba a ser el año del retorno a la primera plana del ciberpunk gracias a los estrenos de 'Ghost in the Shell' y, sobre todo, 'Blade Runner 2049'. Y 2018 iba a ser el año de la confirmación con 'Ready Player One' o 'Battle Angel Alita'. Finalmente ni el remake de acción real del clásico anime ni la secuela de la obra de culto de Ridley Scott tuvieron demasiado éxito pero las predicciones de Netflix debieron ir por ahí y decidieron meterle mucho (pero mucho) dinero tanto en la producción como la promoción a la adaptación de 'Carbono alterado', una de las novelas de ciberpunk más importantes y exitosas de lo que llevamos de siglo XXI, obra de Richard K. Morgan y ganadora en su momento del premio Philip K. Dick.
El futuro que imaginó Morgan y que se ha encargado de plasmar en imágenes la guionista Laeta Kalogridis [1] (apoyada por algunos de los directores más potentes del panorama televisivo actual como Miguel Sapochnik, Andy Goddard o Nick Hurran) nos presenta a una humanidad que ha conseguido dos logros largo tiempo pretendidos: la inmortalidad (para quien pueda pagarla) y la conquista del espacio (o de una parte por lo menos). De lo segundo no muestran demasiado en el primer libro / primera temporada. Lo primero, por contra, lo llegamos a conocer bastante bien: al nacer nos insertan en la parte alta de la columna una "pila" donde se va almacenando nuestra "alma". El cuerpo es una mera "funda". Mientras que nuestra pila no se vea dañada, la denominada "muerte real", y tengamos el dinero suficiente, podemos transportarla a otra funda. Los muy ricos incluso pueden sobrevivir a esta muerte real mediante backups a la nube (de forma literal) y mantenerse siempre jóvenes y lozanos gracias a un ejercito de clones listo para recibir la pila y activarse. Son los "mats" [2] y son la élite. Live forever.
Uno de estos mats ha muerto. Bueno, más o menos, y ahí es donde empieza 'Altered Carbon'. A Laurens Bancroft, uno de los mats más poderosos, le han volado la cabeza, pila incluida. Al cargar un backup en uno de sus clones, ha perdido las últimas 48 horas de su anterior vida y, aunque todo indica a que estamos ante un suicidio, Bancroft se niega a creerlo y decide contratar al mejor para que descubra a su asesino y ese mejor parece ser que no es otro que Takeshi Kovacs, un ex-brigadista (grupo rebelde anti-inmortalidad) cuya pila lleva 250 años fuera de servicio.
Kovacs "despierta" en la funda de Elias Ryker, un supuesto policía corrupto de Bay City (San Francisco con esteroides y a tope de neón), y el mundo que se encuentra, unos 500 años en nuestro futuro, es una mezcla entre el lluvioso, nocturno e iluminado de 'Blade Runner' (tan icónico y precursor de todo el ciberpunk) y la idílica vida más allá de las nubes que tanto parece beber de 'Battle Angel Alita' [3]. Porque ese es uno de los grandes puntos fuertes de 'Altered Carbon': su cuidadísimo, espectacular, carísimo, imaginativo y multirreferencial aspecto visual, de lo mejorcito visto en formato doméstico. Este lucimiento visual ayuda a que las violentas, imaginativas y muy pasadas (y algo rocambolescas en algunos casos) set pieces de acción luzcan, nunca mejor dicho, todavía más. En este apartado la sombra de 'Westworld', la gran serie de ciencia-ficción de la temporada pasada, es bastante alargada y notoria.
Por tanto, visualmente es epatante, acierta siempre con la banda sonora y plantea cuestiones filosóficas interesantes alrededor de la vida, la muerte, la propia identidad y el fanatismo religiosos aunque luego estén desarrolladas algo toscamente. Los mayores problemas, por contra, se centran en la historia: el misterio principal no es demasiado interesante (de hecho pronto, a partir del cuarto capítulo, pasa a ser bastante secundario) y el como se va hilvanando con el resto de tramas (el pasado de Kovacs, el de Ryker y Ortega, los problemáticos Elliot, los hedonistas "mats"...) resulta algo obtuso. El paso del ciberpunk hard boiled de los primeros capítulos a convertirse prácticamente una space opera anime pero en carne y hueso de todo el tramo final es algo interesante, inesperado y que se agradece pero al gusto por el giro de guión y el cliffhanger de la showrunner no le viene nada bien el método de Netflix de liberar todos los capítulos a la vez que tan proclive es al binge-watching.
Antes de terminar hay que hablar también del reparto, claro está. El protagonista de 'Altered Carbon' es el sueco Joel Kinnaman, en el papel de Kovacs / Ryker, pero precisamente es de los que menos luce al tener el personaje más arquetípico, el clásico detective del género negro. Aún así cumple al igual que James Purefoy como el rico vejestorio Bancroft y Martha Higareda como Ortega, la compañera de Ryker, que nunca creyó que su compañero fuera un corrupto. Sin embargo son los secundarios los que se terminan comiendo el pastel, desde la femme fatale de Kristin Lehman al Edgar Allan Poe posadero artificial de Chris Corner pasando, sobre todo, por Dichen Lachman y su poliédrica Reileen, el papel de la vida de esta eterna secundaria de la televisión más sci-fi.
En definitiva, una serie de ciencia-ficción high-concept que luce cada dólar invertido, presenta muy bien un universo complejo y rico, está repleta de acción, violencia y sexo (como mandan los cánones actuales) y cuenta con unos secundarios que se roban el show. Por otro lado la trama flojea en algunos momentos, el debate filosófico es de bastante brocha gorda y los protagonistas son demasiados tópicos. De cualquier modo, una serie digna de verse incluso con la avalancha de series y plataformas en la que vivimos actualmente.
Pd1: no está renovada para una segunda temporada todavía y Joel Kinnaman ha fichado para el remake televisivo de 'Hanna'. ¿Motivos para preocuparse por la continuidad de 'Altered Carbon'? No necesariamente: hay otros dos libros publicados por Richard K. Morgan y el concepto mismo de la historia hace que la "funda" (el actor) sea fácilmente intercambiable sin que se arme demasiado ruido.
Pd2: la publi de 'Altered Carbon' de Netflix España ambientada en la Galicia profunda. Mítico es poco.
Un saludete, guap@s.
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[1] El trabajo más conocido hasta ahora de Kalogridis es 'Shutter Island'. Curiosamente la peli de Scorsese y 'Altered Carbon' comparten premisa: detective investigando un crimen bastante dudoso en un entorno nuevo y hostil.
[2] No creo que haga falta pero por si las moscas: "mat" viene de Matusalén, el viejales de la Biblia.
[3] Precisamente Kalogridis es la guionista de la versión de 'Battle Angel Alita' de James Cameron y Robert Rodriguez que se estrena este año en cines.
Uno de estos mats ha muerto. Bueno, más o menos, y ahí es donde empieza 'Altered Carbon'. A Laurens Bancroft, uno de los mats más poderosos, le han volado la cabeza, pila incluida. Al cargar un backup en uno de sus clones, ha perdido las últimas 48 horas de su anterior vida y, aunque todo indica a que estamos ante un suicidio, Bancroft se niega a creerlo y decide contratar al mejor para que descubra a su asesino y ese mejor parece ser que no es otro que Takeshi Kovacs, un ex-brigadista (grupo rebelde anti-inmortalidad) cuya pila lleva 250 años fuera de servicio.
Kovacs "despierta" en la funda de Elias Ryker, un supuesto policía corrupto de Bay City (San Francisco con esteroides y a tope de neón), y el mundo que se encuentra, unos 500 años en nuestro futuro, es una mezcla entre el lluvioso, nocturno e iluminado de 'Blade Runner' (tan icónico y precursor de todo el ciberpunk) y la idílica vida más allá de las nubes que tanto parece beber de 'Battle Angel Alita' [3]. Porque ese es uno de los grandes puntos fuertes de 'Altered Carbon': su cuidadísimo, espectacular, carísimo, imaginativo y multirreferencial aspecto visual, de lo mejorcito visto en formato doméstico. Este lucimiento visual ayuda a que las violentas, imaginativas y muy pasadas (y algo rocambolescas en algunos casos) set pieces de acción luzcan, nunca mejor dicho, todavía más. En este apartado la sombra de 'Westworld', la gran serie de ciencia-ficción de la temporada pasada, es bastante alargada y notoria.
Por tanto, visualmente es epatante, acierta siempre con la banda sonora y plantea cuestiones filosóficas interesantes alrededor de la vida, la muerte, la propia identidad y el fanatismo religiosos aunque luego estén desarrolladas algo toscamente. Los mayores problemas, por contra, se centran en la historia: el misterio principal no es demasiado interesante (de hecho pronto, a partir del cuarto capítulo, pasa a ser bastante secundario) y el como se va hilvanando con el resto de tramas (el pasado de Kovacs, el de Ryker y Ortega, los problemáticos Elliot, los hedonistas "mats"...) resulta algo obtuso. El paso del ciberpunk hard boiled de los primeros capítulos a convertirse prácticamente una space opera anime pero en carne y hueso de todo el tramo final es algo interesante, inesperado y que se agradece pero al gusto por el giro de guión y el cliffhanger de la showrunner no le viene nada bien el método de Netflix de liberar todos los capítulos a la vez que tan proclive es al binge-watching.
Antes de terminar hay que hablar también del reparto, claro está. El protagonista de 'Altered Carbon' es el sueco Joel Kinnaman, en el papel de Kovacs / Ryker, pero precisamente es de los que menos luce al tener el personaje más arquetípico, el clásico detective del género negro. Aún así cumple al igual que James Purefoy como el rico vejestorio Bancroft y Martha Higareda como Ortega, la compañera de Ryker, que nunca creyó que su compañero fuera un corrupto. Sin embargo son los secundarios los que se terminan comiendo el pastel, desde la femme fatale de Kristin Lehman al Edgar Allan Poe posadero artificial de Chris Corner pasando, sobre todo, por Dichen Lachman y su poliédrica Reileen, el papel de la vida de esta eterna secundaria de la televisión más sci-fi.
En definitiva, una serie de ciencia-ficción high-concept que luce cada dólar invertido, presenta muy bien un universo complejo y rico, está repleta de acción, violencia y sexo (como mandan los cánones actuales) y cuenta con unos secundarios que se roban el show. Por otro lado la trama flojea en algunos momentos, el debate filosófico es de bastante brocha gorda y los protagonistas son demasiados tópicos. De cualquier modo, una serie digna de verse incluso con la avalancha de series y plataformas en la que vivimos actualmente.
Pd1: no está renovada para una segunda temporada todavía y Joel Kinnaman ha fichado para el remake televisivo de 'Hanna'. ¿Motivos para preocuparse por la continuidad de 'Altered Carbon'? No necesariamente: hay otros dos libros publicados por Richard K. Morgan y el concepto mismo de la historia hace que la "funda" (el actor) sea fácilmente intercambiable sin que se arme demasiado ruido.
Pd2: la publi de 'Altered Carbon' de Netflix España ambientada en la Galicia profunda. Mítico es poco.
Un saludete, guap@s.
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[1] El trabajo más conocido hasta ahora de Kalogridis es 'Shutter Island'. Curiosamente la peli de Scorsese y 'Altered Carbon' comparten premisa: detective investigando un crimen bastante dudoso en un entorno nuevo y hostil.
[2] No creo que haga falta pero por si las moscas: "mat" viene de Matusalén, el viejales de la Biblia.
[3] Precisamente Kalogridis es la guionista de la versión de 'Battle Angel Alita' de James Cameron y Robert Rodriguez que se estrena este año en cines.
Coincido bastante contigo. Me ha parecido bastante entretenida y visualmente muy potente. Es cierto que todo es tratado con brocha gorda, desde su carga social y filosófica, hasta las escenas de acción (lo mejor de la serie) o las de sexo. Aunque he de decir que los sucesivos giros y el alto nivel de producción la convierten en un entretenimiento televisivo de primer orden.
ResponderEliminarSaludos.
Está bastante bien, se le ha dado bastante cera de forma inmerecida, cumple su cometido de darnos ciberpunk en vena :)
EliminarSaludetes!