Achtung! Warning! ¡Peligro! Spoilers que pueden acabar con la sociedad occidental tal y como la conocemos
La temporada seríefila 2014/15 estaba a punto de llegar a su fin cuando, sobre la bocina, se presentó un último candidato a Serie del Año: Mr. Robot. Los jueces torcieron el hocico pero aceptaron al participante de última hora. Y es que la candidatura prometía desde el principio pero con el paso de los capítulos se fue haciendo fuerte hasta que casi sin discusión (siempre bajo mi particular prisma) se ha alzado con el galardón.
Mr. Robot cuenta la historia de Elliot Alderson (Rami Malek, el inquietante soldado Ojos Saltones de The Pacific), un apocado empleado de una consultora de seguridad informática que, por las noches, se convierte en un furibundo hacker que se dedica a desenmascarar a todo tipo de viciosos y criminales. Una noche, camino a casa, es asaltado por Mr. Robot, un tipo que dice ser el líder de fsociety, un grupo de hackers que está adquiriendo fama rápidamente y que tiene un objetivo: acabar con la sociedad capitalista a través de arrasar hasta los cimientos la mayor corporación del planeta, E-Corp, una mezcla desasosegante entre Google y Monsanto. Elliot es necesario para ellos por sus capacidades y porque su empresa, AllSafe, trabaja en la seguridad informática de E-Corp mientras que Elliot tiene entre ceja y ceja a E-Corp desde que su padre murió a causa de una enfermedad provocada por unos vertidos de la corporación.
Esta trama de venganza antisistema es la columna vertebral de los diez capítulos de la primera temporada Mr. Robot pero una de sus mayores virtudes es que tiene muchas subtramas secundarias, todas interesantes y todas perfectamente entrelazadas con el nudo principal. Desde la obsesión de Angela, mejor amiga y amor platónico de Elliot, en busca de enjuiciar a E-Corp por los vertidos (también mataron a su madre) a la de Tyrell Wellick (espectacular el actor sueco Martin Wallstrom) y sus ansias, auspiciadas por su mujer embarazada, por convertirse en el CTO de E-Corp (además de convertirse en el gran cliffhanger de final de temporada) pasando por la vecina Shayla y su filosófico camello Fernando Vera o la psicóloga Krista y sus problemas amorosos. Eso sin contar a los nebulosos hackers rivales de Dark Army o esa sociedad de hombres poderosos que miran el fin del mundo como Nerón miraba Roma arder. El creador y showrunner, Sam Esmail, navega de una historia a la otra con pericia y lo baña todo con una patina de irrealidad que hace de Mr. Robot algo realmente atrayente.
Y es que a pesar de estar firmemente enraizada con la problemática actualidad de nuestro mundo (crisis, corrupción, invasión de la privacidad...) y de que todos los hacks vistos en pantalla son más que plausibles, Mr. Robot tiene ese punto onírico que le da estar narrado en buena parte desde el punto de vista de alguien tan perturbado mentalmente como Elliot (por ejemplo todos se refieren a E-Corp como Evil Corp... incluso sus propios directivos) y que hace que no podamos evitar compararla con El Club de la Lucha y eso, en esta casa, es mucho decir.
Una El Club de la Lucha con routers en vez de jabón aunque también ecos a V de Vendetta (las máscaras) o la saga del Caballero Oscuro de Nolan (ese epílogo a la season finale tan la Liga de las Sombras) pero, sobre todo, una entidad propia que la va a convertir en culto... si no lo es ya, claro.
Carajo, si hasta Christian Slater está bien... no se que más necesitas para ponerte a verla, la verdad.
Pd1: la selección musical es top, top.
Pd2: la season finale se retraso una semana porque el mismo día de su emisión prevista sucedieron los tremendos asesinatos en directo de Virginia... y bueno, el que haya visto el capítulo sabrá que estuvo bien aplazado.
Pd3: la estupenda reseña de Adriii en ¡Vaya Tele!
Un saludete, guap@s.
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