Esta pasada Semana Santa aproveche e hice una escapada junto con dos colegas a Dublín (capital de la República de Irlanda, para los poco duchos en Geografía y/o Historia). Fue poco tiempo, apenas 72 horas, pero la verdad es que la ciudad me ha encantado y aquí van unos cuantos apuntes sobre la misma... y algunas fotejas, claro.
- 72 horas en Dublín y ni una sola gota de agua. Dicen los lugareños que no se ha visto nada igual. Eso sí, bastante fresquito.
- De los 365 días del año hay uno en los que no se puede vender ni servir alcohol en toda Irlanda, el Viernes Santo [1]. Y se lo toman en serio: el jueves a las 00:00 cierran todos lo pubs y a buscarte la vida. Algunos vuelven a abrir el viernes a las 00:00 pero la mayoría hasta el sábado. La cuenta atrás hasta poder volver a beber fue dura.
- En tema precios, tanto comida, como bebida, alojamiento o transporte, me pareció muy similar a Madrid. No es barata pero no es el robo a mano armada de otras capitales europeas.
- En tema de contaminación es, por contra, muy inferior a Madrid. Daba gusto respirar y podía llevar las lentillas horas y horas sin que me picaran los ojos como si pasearan escorpiones por mis corneas.
- Música everywhere. En las calles del centro hay grupos cada cien metros y es difícil encontrar un pub sin música en directo. Y no sólo música tradicional sino de todo tipo [2]. Y todos de mucho nivel. Grata sorpresa... aunque no tanto si pensamos que es la ciudad de U2, Thin Lizzy, Van Morrison o The Cranberries
- Es una ciudad pequeña y no muy monumental pero aún así tiene mucho que ver. A mi me han faltado muchas: Phoenix Park, la cárcel de Kilmainham, la catedral de Saint Patrick, alguno de los museos, la biblioteca del Trinity College...
- La comida es bastante estándar y similar a la de Reino Unido: fish and chips, estofado, roast beef, mucha fast food [3]. En cuanto a bebida: Guinness por un tubo y en cualquier lado... aunque algún pub había donde no tenían, como el Porterhouse: muy chulo y con cervezas artesanales.
- Julio Iglesias es un ídolo también en Dublín y eso es bien.
- Molly Malone, en vista a su estatua en pleno centro, es perfecto espejo de las nativas de la isla de Irlanda. Y eso es muy bien.
- Guinness Storehouse. Espectacular el negocio que han montado. Es caro pero merece mucho la pena, sobre todo la pinta final en el Gravity Bar, un bar en lo alto del Museo desde donde se ve todo Dublín. Eso si, seguramente mejor ir un día donde haya menos aglomeración que un Sábado Santo.
- Españoles por todas partes. En parte la emigración, en parte que debe de haber sido el destino estrella estas vacaciones para el españolito de a pie.
- Hicimos dos tours (de esta empresa): uno el Free Tour, que estuvo bastante bien y que es recomendable si quieres conocer algo de historia de la ciudad, echar fotos y si hace buen días. El segundo, el Night Crawl (por varios pubs), no mucho y eso que los guías pusieron de su parte.
- La gente me pareció más mediterránea que anglosajona y también les han metido algún gol últimamente. Lo de ese pincho llamado Spire y que domina la ciudad es de traca.
Pd1: al final mi debut con Ryanair tampoco ha sido demasiado traumático
Pd2: volveré... ¿quién se apunta a una semanita aprendiendo inglés en algún curso exprés en Dublín este Agosto?
Un saludete, guap@s.
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[1] Me parece curioso que el Viernes Santo en inglés se denomine Good Friday. No se yo que pensará Jesucristo de todo esto :)
[2] Aunque el tema de Molly Malone, himno no-oficial de Irlanda, no se lo saltaba practicamente ningún grupo.
[3] Aparte de los típicos McDonalds, Burger King, Domino's y tal, muchas pizzerías Papa John's, que salen en muchas pelis y por España no hay todavía.
Dublín es de mis capitales favoritas. Es pequeña y en cuanto a monumentos, es verdad que no hay demasiado que ver, pero tiene otras cosas que la hacen destacar. Y no sólo los pubs :)
ResponderEliminarA mi me encantó, estoy deseando volver :)
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