24 nov 2012

Internet se inventó para esto


¿Tú que vienes aquí, de Córdoba o de Jáen, a quitarnos el trabajo a nosotros los españoles?... Y calvo

Mira el vídeo de encima de estas líneas. La primera vez te asombrarás. La segunda te partirás de la risa. A partir de la tercera irás descubriendo detalle tras detalle y terminarás llegando a la misma conclusión a la que he llegado yo después de una semana de estudio en profundidad: este vídeo es sobre lo que se va a vertebrar Internet a partir de ahora, la piedra filosofal que tanto tiempo ha estado buscando el ser humano.

Pd: ya aprovecho para recordarte que en mi tumblelog Mini Kalimero podrás encontrar canela fina cada día.

Un saludete, guap@s.

19 nov 2012

La odisea moderna (aka encontrar piso de alquiler)



Llegas a Madrid de un día para otro. Es la primera vez que sales del pueblo, de la zona de confort, y además no quieres abusar del ofrecimiento de tu nueva empresa de pagarte los primeros días de alojamiento porque de prudente a veces pareces tonto. No hay otra: terminas plantando la maleta en el primer sitio que encuentras que no tenga ratas y esté relativamente cerca del trabajo y de la estación de tren (porque eso de moverte en transporte público no lo controlas demasiado). Y a partir de ahí, sobrevives.

Al principio lo soportas porque te dices que es algo temporal, que pronto encontrarás un apartamento pequeño pero cuco que convertirás en tu hogar gracias a un catálogo de Ikea. Entonces es cuando te das de bruces con los disparatados precios de los pisos unipersonales en Madrid dentro de la circunferencia de la M30, con los zulos de 20 metros cuadrados, con los semisotanos para vampiros, con las buhardillas para hobbits, con los trasteros y cocheras reconvertidos en estudios. Te ves sobreviviendo el resto de tus días y te desanimas.


En esto que un día te encuentras con dos personas, compañeras de trabajo, que si bien no se encuentran en la misma situación que tu, sí que tienen el mismo problema: vivir sólo en Madrid es terriblemente caro. Os unís para intentar pasar de sobrevivir a vivir como debe de ser. Piensas que va a ser fácil pero, en cambio, en ese mismo momento, la odisea moderna acaba de empezar.

No buscábamos nada especial (o eso pensábamos): un piso con tres habitaciones espaciosas, en buen estado, a un precio ajustado a los días en los que vivimos y relativamente céntrico. Pues bien, parece que estábamos pidiendo el oro y el moro. Un mes largo y duro de búsqueda que finalmente ha terminado con final feliz... aunque durante el camino muchas veces pensé que no sería así.

Nuestro primer filtro era Internet. Lo de ir mirando hacía arriba por la calle buscando carteles de "se alquila" en las fachadas de los edificios me parece tan del siglo pasado y tan arriesgado (la mayoría de las veces la única información del cartel es un número de teléfono de contacto) que debería dejar de practicarse por parte de todos de manera inmediata. Miramos en En Alquiler, Fotocasa y, sobre todo, idealista.com (y no solamente porque los tres trabajamos allí si no porque, a pesar de tener menos inmuebles en alquiler que las otras dos, los niveles de calidad del proceso e información proporcionada de los inmuebles es muy superior), íbamos descartando los demasiado caros, demasiado lejos y/o demasiado viejos y empezamos a concertar citas con los restantes (ya fueran de particulares o agencias).

Cada una de las citas terminaba con una desilusión: piso grande pero con habitaciones sin ventanas ni ventilación, piso supuestamente de 90m en el que había que entrar de canto a los dormitorios, otro en el barrio de Salamanca por el que parecía que había pasado un terremoto y que no difería mucho de lo que te pudieras encontrar en una barriada marginal, otro tan barroco y creepy que Iker Jiménez disfrutaría como un enano, caseros que sólo buscaban estudiantes para poder engañarles y no llevar la fianza al Ivima, otros que en vez de arreglar los desperfectos van poniendo postits de "cuidado!" o "no usar"... en fin, que ante las desilusiones vas abriendo la mano en el primer filtro internetero y te vas encontrando con escombros cada vez mayores y más lejanos del centro.


En esto que encuentras un piso que está hecho un desastre por parte de sus inquilinos actuales pero que ves que puede tener potencial si se deja limpio y con muebles nuevos y se consigue una rebaja (aunque sea pequeña) en el precio. Apuestas... y ganas.

Después de un mes largo y duro ya tienes piso. Luego llega el elegir habitación, el mudarte, el convertir el nuevo piso en un hogar, los viajes a Ikea, el colocar la televisión en el punto optimo del salón, el hacerse colega del portero de la finca, las peleas con las operadoras de Internet... pero esto son menudencias, como todo lo que pasa en El Retorno del Rey después de que Gollum caiga con el Anillo Único al fuego del Monte del Destino, tu ya me entiendes. La odisea, como tal, ya ha acabado, esto son los títulos de crédito.



Un saludete, guap@s.

8 nov 2012

Skyfall

SKYFALL (Skyfall, Inglaterra 2012)
Director: Sam Mendes
Reparto: Daniel Craig, Javier Bardem, Judi Dench, Naomi Harris, Bérénice Marlohe, Ralph Fiennes, Ben Whishaw, Albert Finney
Guión: Neal Purvis, Robert Wade, John Logan
Duración: 143'

DISCLAIMER: posibles spoilers de Skyfall, Casino Royale, Quantum of Solace y El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace. Leer bajo vuestra responsabilidad. A mi luego no vengáis llorando.


- ¿Y cl es su hobby señor Bond? - Resucitar
James Bond se tomaba el copazo, machacaba al malote y se beneficiaba a la chavala en localizaciones siempre exóticas y sin apenas despeinarse ni arrugarse el traje. Molaba. Entonces llegó Jason Bourne (y en menor medida Ethan Hunt o Sydney Bristow) y el agente 007 al servicio de Su Majestad quedó como algo anticuado [1]. En el siglo XXI parecía que no había sitio para un espía a la vieja usanza como Bond. Sin embargo, los productores Broccoli y Wilson se negaron (afortunadamente) a dejar morir a la gallina de los huevos de oro: buscaron un Bond más duro y terrenal  como Daniel Craig, a un guionista oscarizado como Paul Haggis y volvieron a contratar a Martin Campbell, el director del mejor Bond ever, GoldenEye. Pulsaron el botón de reset y el resultado fue una de las mejores pelis de acción de la década, Casino Royale.

El exitazo llevó a hacer una continuación en toda regla en forma de Quantum of Solace. Sin embargo la película dirigida por Marc Foster se quedaba bastante lejos de la primera entrega con Daniel Craig como prota, tanto en calidad como en resultados en taquilla. Había que volver a repensar el tema y para eso Wilson y Broccoli esta vez pensaron en John Logan para el guión (sobre una historia pensada por Peter Morgan) y al titán Sam Mendes (el hombre que hizo Camino a la Perdición) para sentarse en la silla del director. Adiós (de momento) a la pérfida organización Quantum, hola a un nuevo (y vengativo) villano en Skyfall.

En el universo Bond predominan los villanos con ganas de de destruir el mundo y este tipo de villanos molan pero también molan aquellos a los que mueve la sed de venganza. Silva (un afeminado y afectadísimo Javier Bardem, que vuelve a demostrar que lo suyo son los malvados), antes conocido como Thiago Rodríguez, busca venganza contra M, a la que idolatraba y que le dejó vendido a pesar de ser su agente favorito. Al principio de la peli M hace lo mismo con Bond, ordenando a Eve que dispare aunque no tenga tiro claro, tiro que termina dando a Bond que cae al abismo.

Silva, en esa época Rodríguez, no murió después de tomarse el cianuro, pero desfigurado y con el odio creciendo firmemente en su interior se termina convirtiendo en el ciberterrorista más temido del mundo. Bond también sobrevive a la bala y a la caída y aprovecha para desaparecer. El fornicio con una tremenda morena y el beber Macallan en un chiringuito en una paradisíaca playa sudamericana sería un valhalla para todos pero Bond echa de menos la acción y el servir a su país. Como Silva le cuenta a Bond en su primer encuentro, son las dos ratas sobrevivientes, y ya no les gusta el coco, ahora sólo comen carne de rata. Sólo puede quedar una.

Este es el eje central de la historia imaginada por Morgan y finiquitada por Logan. Luego entra en escena Mendes, posiblemente el mejor director que haya dirigido nunca una de 007... y se nota: visualmente es espectacular (destacando los contraluces), los actores están dirigidos con mano firme, el ritmo no decae casi nunca [2] y solventa con nota unas escenas de acción que no desmerecen a la saga en originalidad y espectacularidad. 

A esto le sumamos una banda sonora potente (y clásica) a cargo de Thomas Newman [3], un resurgimiento del sentido del humor marca de la casa (aunque un poco más negro), la rentreé de dos personajes clásicos como Q, convertido ahora en un nerd con pelusilla, y Moneypenny [4] y una infinidad de guiños a las anteriores entregas de la saga, desde el pelazo a lo Max Zorin de Silva al retorno del clásico Aston Martin de la época Connery [5]... algo lógico teniendo en cuenta que estamos en el 50 aniversario cinematográfico del personaje. En total todo termina sumando para dar lugar a un entretenimiento de primer orden y a uno de los mejores Bond de la historia, lo cual no es moco de pavo teniendo en cuenta que la saga ya cuenta con 23 entregas.

Muy recomendable para fans de 007 en particular y para fans de cintas de acción con cabeza en general.



Pd: el tema central de Adele es un pelotazo y queda 100% bondiano en los títulos de crédito.

Nota: 8.5 / 10

Un saludete guap@s.

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[1] En esto tuvo mucho que ver la caída en picado de la calidad de la saga en la época de Pierce Brosnan desde su fantástico arranque con GoldenEye.

[2] Aunque la espera para el climax se hace un poco demasiado larga, todo hay que decirlo.

[3] El habitual David Arnold estaba muy ocupado musicando las ceremonias de apertura y clausura de los JJOO.

[4] El personaje de Naomi Harris es tan claro que va a terminar siendo Moneypenny como que el de Joseph Gordon-Levitt va a terminar siendo Robin en TDKR.

[5] Mi referencia favorita de todas es  cuando Q le dice a 007: '¿Qué esperabas? ¿Un bolígrafo explosivo?', clara y tronchante referencia a GoldenEye.

6 nov 2012

Kalimero, Renfe y las lluvias torrenciales: la historia jamás contada


En Jaén no llueve mucho, por no decir que llueve bien poco. Pues el viernes pasado empezó a llover y era el domingo y no había parado, con algunos momentos en los que llovió muy, muy fuerte. A todo esto las infraestructuras en esta provincia dejada de la mano de Dios son bastante chapuceras y anticuadas y yo tenía que marchar para Madrid el domingo por la tarde. Me temí lo peor... y me quedé bien corto. Ya comenté por Twitter algunos de los momentos más tremendos de mi odisea pero quería dejar escrito el relato de las ¡11 horas! que me costó llegar desde casa de mis padres en Martos al piso donde vivo en Madrid. Sigue leyendo porque no tiene desperdicio, lo prometo.

Desinformación en la estación

Soy previsor y salí de mi casa en Martos a las 16:00 horas de la tarde. Por el camino hasta la estación de Renfe nos cayó una tromba de agua considerable pero para las y media había llegado a mi primer destino. Allí ya me empezó a mosquear que el tren de la línea Córdoba - Sevilla - Cádiz no iba a salir y estaban poniendo autobuses para llevar a la gente hasta Córdoba, donde la línea ya estaba despejada. Pregunto a una de las personas de Adif que allí estaban si hay algún problema con el tren de Madrid y me dicen que nada, que el tren saldrá a su hora. Total, que me acomodo y espero que sea la hora de salida.

Y llegan las 17:15 (hora de salida), las 17:30, las 17:45 y el tren sigue sin salir. Nos empezamos a poner nerviosos. El revisor pasa arriba y abajo [1] agitado y una chica que conocía a otra que había cogido el tren anterior (que salía a las 15:30 aprox) dice que ese tren esta detenido antes de llegar a Linares porque las vías están obstruidas. 

El revisor vuelve a pasar pero afirma no saber nada. Mucha gente vuelve a las taquillas para que le cambien el billete para otro día. La chica nos informa que a los del tren anterior los han sacado y puesto en un bus hasta Valdepeñas. Se barrunta (por conversaciones pilladas de refilón) que nosotros podemos correr igual suerte... mientras que por Twitter nos llega la información que la A4 [2] está inundada a la altura de Guarroman y que hay un atasco de mil pares de demonios.

Finalmente se hace realidad lo de los autobuses... aunque para eso los viajeros nos tuvimos que ir informando unos a otros porque al revisor no había quién lo entendiera. Eran las 19:30 y estábamos montados en unos viejos autobuses (dos, concretamente) deseando que el conductor se supiera una ruta alternativa para sortear Guarroman y el atasco del siglo.

El infierno es un atasco en la A4

Pero no dio ni tiempo: antes de llegar a Linares ya estábamos dentro de la gigantesca retención. Cuando llevábamos una hora de trayecto (y tan sólo un par de kilómetros recorridos)  paramos en una atestada estación de servicio para orinar. La cola del cuarto de baño era, obviamente, eterna así que hubo que desbeber bajo el aguacero cerca de algún árbol.

Una vez todos de vuelta en el bus, arrancamos... ¿Todos? No, faltaban dos mujeres, que la señora mayor que se había encargado de contar todos los que bajamos a orinar, se había hecho un lío. Vuelta atrás a por las rezagadas, a las que por suerte encontramos rápido y de vuelta al atascazo del averno.

A las 21:30 dejamos atrás la retención, a las 22:00 estamos saliendo, por fin, de la provincia de Jaén, a las 22:15 paramos en un restaurante de carretera a cenar y a esperar al otro autobús, que lo habíamos dejado atrás. Que si, que había hambre. Que si, que había que esperar al otro autobús (que con todo sólo llegó diez minutos después). Pero es que estar allí parados hasta las 23:00 cuando en Valdepeñas estaban esperando los del tren de las 15:30 montados en el nuevo tren, no se, me pareció una frivolidad.

Lost in Valdepeñas

De vuelta al bus y en 20 minutos estábamos llegando a Valdepeñas. El caso es que el chófer no había estado nunca en tan etílico pueblo, la señalización de la estación de tren era nula y el pueblo estaba totalmente desierto a tal hora de la noche. ¿Resultado? Que nos perdemos. Vuelta para arriba, vuelta para abajo. No hay manera.

Google Maps no nos ayuda para nada por lo que tenemos que recurrir a Protección Civil. Y de esta manera, escoltados por Protección Civil y tras más de media hora de dar vueltas por Valdepeñas (creo que el recorrido que hicimos convalida el título de guía del pueblo) llegamos a la inaccesible estación de tren de Valdepeñas. Son más de las doce de la noche.

Nueva línea de cercanías: Valdepeñas - Madrid

Desde que cogimos el bus una duda me asaltaba: si un tren estaba parado en Jaén y otro en Linares, ¿qué tren nos iba a llevar de Valdepeñas a Madrid? Nunca me hubiera imaginado que un tren de Cercanías de Madrid. Una cacharra que apenas alcanza los 120 kmh y sin sitios para guardas maletas no es el mejor transporte para llevar cientos de viajeros de larga distancia destrozados y abatidos pero es lo que había. Nos acomodamos como pudimos y a tragar millas.

En esto que el tren llega a Alcázar de San Juan, las puertas se abren y empiezan a volar bolsas de basura hacia dentro del tren. Después del sobresalto inicial y de una voz gutural gritando "¡Bocadillos!", nos abalanzamos sobre los cientos de bocadillos de chopped y/o queso y las botellitas de agua.

El viaje se hacía eterno así que el maquinista se ve que empezó a pisar el acelerador. Si, el tren empezó a ir más rápido a costa de que sonara como si fuera a despegar y que las maletas empezaran a volar. En fin, que a eso de las 02:20 de la mañana llegábamos a la estación de Atocha, final de mi trayecto en tren... pero no de la odisea.

De como salir de Atocha cuando está cerrada

Siempre había visto Atocha atestada de gente, en perpetuo movimiento. Verla vacía, silenciosa y quieta impresiona... pero luego te empiezas a cabrear de todas las vueltas que hay que dar para encontrar una salida que no esté cerrada. Diez minutos arriba y abajo hasta que un guardia de seguridad se apiadó de nosotros y nos abrió un acceso. Lo intentaba disimular pero en su fuero interno el tipo se partía de la risa. "¡Pringados!" Y no le faltaba razón.

Una vez fuera de la estación la gente se echó encima de los pocos taxis que había por lo que yo pasé y enfilé calle Atocha arriba para a las 03:00 en punto abrir la puerta de mi residencia en Madrid. 11 horitas de nada. Una odisea con todas las de la ley.

Una odisea que, por otro lado, se podrían haber evitado con unas infraestructuras dignas. Guarroman, Linares y Mengibar se inundan siempre que llueve un poco fuerte o de continuo (seamos serios, esto era lluvia fuerte pero no era el huracán Sandy) desde tiempo inmemorial. ¿De verdad que no se ha podido hacer nada al respecto en todo este tiempo? En fin, que nos desangramos y a nadie parece importarte. A mi me gustaría volver algún día a mi tierra a ganarme la vida pero es que veo estas cosas y me doy cuenta de que será imposible. Una jodida lástima.

Ahora a ver si Renfe me devuelve el importe del billete, que esa es otra.

Pd: la foto que encabeza el post está sacada del diario Ideal de Jaén.

Un saludete, guap@s.

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[1] Al ser vuelta de puente el tren era de 10 vagones en vez de 5 como es habitual. 

[2] La Autovía de Andalucía, que permite salir y entrar a Andalucía por Despeñaperros