La semana pasada os conté mi experiencia en los conciertos del FIB 2011. Hoy toca hablar de cosas aledañas a lo musical: las múltiples anécdotas que me ocurrieron y las reflexiones a las que un pensador de renombre como yo (por los cojones) ha llegado sobre esta experiencia. Vamos al turrón:
- ¿En los MD Jaén - Madrid hay enchufes en los asientos y en los Alvia no? Renfe hace cosas raras a veces.
- A ojo de buen cubero yo apuesto por un 50% ingleses, 30% españoles y 20% resto del mundo (irlandeses e italianos sobre todo)... pero tampoco me hagáis mucho caso, la verdad.
- En los conciertos españoles a los que fuí (Lori Meyers y Catpeople) había el típico olorcillo a porro de los conciertos nacionales (por lo menos antes de que prohibieran fumar en los garitos, claro). En el resto, nada de nada. Se ve que los porros son poca cosa para los guiris. Special K.
- Lo de que te quiten el tapón pero te dejen entrar las botellas es algo que nunca entenderé, ¡pero si las botellas hacen más daño que los tapones! En fin...
- Mucha variedad en el tema gastronómico: comida mexicana, tailandesa, argentina, pizzas, crepes, fish and chips... y a un precio no excesivo. Sólo eché en falta la tortilla de patatas... cosas de jugar fuera de casa.
- En cambio la bebida si estaba cara. O mejor dicho, los precios eran un poco extraños. Todo iba por un sistema de tickets y esto hacía que un Red Bull y una botellita de agua costaran igual. Los cubatas eran matarratas auténtico. No me esperaba otra cosa.
- Mucho topless... pero casi todo masculino. Gran decepción.
- En los conciertos de The Strokes y Arctic Monkeys hubo momentos en los que pasé miedo de verdad. A estos guiris se les va demasiado la pinza. Parecían canis en una sesión de Kultur.
- Lo de la Silent Disco es una chorrada como un piano. En cambio la carpa de Jack's Daniel molaba.
- En el área recreativa destacaban: un concurso de air guitar organizado por Pringles y una noria-centrifugadora-torpedo que daba miedo sólo de mirarla.
- En la zona de acampada se anunciaba que habría enchufes para cargar el móvil (vuelvo al tema móvil, si)... si, 20 enchufes para 20000 personas. Con dos huevos.
- Nunca dejará de sorprenderme la gente que puede dormirse en cualquier sitio y en cualquier situación.
- Las playas de Benicàssim ni muy bien ni muy mal, no especialmente memorables pero tampoco para renegar de ellas. Los chiringuitos si dejaban algo que desear.
Y eso es todo sobre mi experiencia en el FIB 2011. ¿El año que viene más? Pues no lo creo. Ha sido una experiencia interesante pero la verdad es que ya soy un poco talludito para estos trotes. Aunque, por otro lado, si hay un cartelaco...
Un saludete, guap@s.
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