Misfits (T1 y T2)

Post libre de spoilers... salvo el segundo vídeo

Misfits en español (o castellano, como más rabia te de) significa inadaptados. Y desde luego que los cinco protagonistas de Misfits, Curtis, Simon, Kelly, Alisha y Nathan, son unos inadaptados de tomo y lomo. Se conocen cumpliendo su servicio comunitario y el primer día vistiendo los monos naranjas les sorprende una tormenta de granizos como balones de fútbol. Intentan refugiarse pero antes de que lo consigan un rayo los alcanza. Deberían estar muertos pero en cambio han adquirido poderes: Curtis puede volver atrás en el tiempo, Simon puede hacerse invisible, Kelly puede escuchar los pensamientos de los demás, Alisha hace florecer la pasión animal en todo aquel que toca y Nathan, bueno, Nathan es Nathan y su verborrea inagotable es casi un poder por si mismo.

Este es el punto de partida de esta serie de la que de momento conocemos dos temporadas de 6 y 7 capítulos cada una... aunque las diferencias entre estas dos temporadas son tan grandes que bien podíamos estar hablando de series distintas. La primera es una tremenda gamberrada donde la única motivación de la serie parece seguir los intentos de esconder los cadáveres que, debido al mal uso de sus poderes, van dejando atrás los chicos. Esto aderezado de mucho humor negro y una heterogénea y potente banda sonora.

Sin embargo en la segunda temporada (anticipado ya en el último capi de la primera) se da un giro importante hacia el drama (sin abandonar la mala follá y el humor negro nunca, eso si) y hacia la creación de un universo superheroico propio, para lo cual no dejan de aparecer nuevos personajes con poderes y a la selección musical se le añade un score bastante chulo, entre grandilocuente y contenido, que acompaña muchas de las escenas más impactantes.

Todos los grandes aciertos de Misfits, como  la banda sonora, el humor gamberro y negro, el absoluto desprecio por la vida humana (el bodycount de estos 13 capis haría estar orgulloso a Jack Bauer) y las grandes actuaciones de sus jóvenes protagonistas (en especial la de Robert Sheehan, que va a convertirse en estrella de Hollywood si o si en poco tiempo), compensan el gran déficit: los guiones están repletos de cosas que pasan porque si y que incluso contradicen cosas mostradas anteriormente. Como las pretensiones de esta serie del E4 británico no son las de ser la nueva The West Wing sino ser un entretenimiento irreverente y, además, tiene las virtudes comentadas anteriormente, se perdonan estos agujeros en la historia.

Para la próxima temporada habrá que esperar casi un año (las cosas de las series inglesas) y allí estará este pollo para seguirla al día, no como estas dos, que me he visto en maratón durante las navidades.

Pd: todas las canciones que aparecen en la serie bien recopiladitas en esta lista de Spotify creada por el amigo Alex.

Un saludete guap@s.