Quizás no al nivel de Evangelion o Lain pero Darker than black, serie producida por el estudio Bones, es uno de esos típicos animes con un fondo tan lleno de espiritualidad oriental que mi occidental punto de vista no es capaz de comprender del todo (por lo menos en esta primera temporada, hay una segunda en la que lo mismo la trama se explica más en profundidad y que espero ver pronto). Eso no quiere decir que no me haya gustado sino más bien al contrario: me ha encantado.
Hace diez años ocurrió algo que destruyó la Luna e hizo que aparecieran dos territorios yermos y malditos: la Puerta del Cielo en un lugar indeterminado de Sudamérica y la Puerta del Infierno en pleno Tokio. A su vez, miles de personas se volvieron especiales. Entre ellos hay que diferenciar a los dolls (seres carentes de emociones que ejercen de mediums) y contratistas (personas que han obtenidos poderes sobrehumanos pero que tienen que realizar un pago (distinto cada uno como distintos son sus poderes) cuando los utilizan y que han perdido la mayor parte de sus emociones). Los contratistas, de alguna extraña manera, están relacionados con las estrellas del nuevo cielo que se ha creado para sustituir al anterior: cuando se mueven, las estrellas se mueven; cuando mueren, las estrellas se apagan.
En este panorama llega a Tokio, haciéndose pasar por un estudiante chino llamado Lee, el legendario contratista Hei, número de estrella BK201. Con la doll Jin, el contratista atrapado en el cuerpo de un gato negro Mao y el supervisor Huang, un ex-policia con muchos secretos a sus espaldas, forma una celula al servicio del Sindicato, una organización criminal con unas intenciones nada claras. A lo largo de los 26 capítulos que componen esta primera temporada (13 historias con dos capítulos por cada una) vemos desfilar a una gran cantidad de contratistas con poderes de lo más variado, al MI6, a la CIA, a una nefasta pareja de detectives privados, a varias mafias de yakuzas, a una organización científica con unos objetivos tampoco nada claros llamada Pandora y a un grupo terrorista filo-contratista denominado Evening Primrose.
Darker than black es un coctel explosivo de metafísica, acción, unos grandes personajes (mi preferido es la timida pero implacable teniente Kirihara, empeñada en atrapar a BK201) y unas agradecidas gotas de humor (el pago de Hei, por ejemplo, es comer como una bestia parda, en plan Goku). Muy recomendable. Yo, como ya he dicho antes, me voy a poner con la segunda temporada en cuanto pueda.
Pd: el opening de la primera parte de la temporada, mucho mejor que el de la segunda:
Un saludete guap@s.
Hace diez años ocurrió algo que destruyó la Luna e hizo que aparecieran dos territorios yermos y malditos: la Puerta del Cielo en un lugar indeterminado de Sudamérica y la Puerta del Infierno en pleno Tokio. A su vez, miles de personas se volvieron especiales. Entre ellos hay que diferenciar a los dolls (seres carentes de emociones que ejercen de mediums) y contratistas (personas que han obtenidos poderes sobrehumanos pero que tienen que realizar un pago (distinto cada uno como distintos son sus poderes) cuando los utilizan y que han perdido la mayor parte de sus emociones). Los contratistas, de alguna extraña manera, están relacionados con las estrellas del nuevo cielo que se ha creado para sustituir al anterior: cuando se mueven, las estrellas se mueven; cuando mueren, las estrellas se apagan.
En este panorama llega a Tokio, haciéndose pasar por un estudiante chino llamado Lee, el legendario contratista Hei, número de estrella BK201. Con la doll Jin, el contratista atrapado en el cuerpo de un gato negro Mao y el supervisor Huang, un ex-policia con muchos secretos a sus espaldas, forma una celula al servicio del Sindicato, una organización criminal con unas intenciones nada claras. A lo largo de los 26 capítulos que componen esta primera temporada (13 historias con dos capítulos por cada una) vemos desfilar a una gran cantidad de contratistas con poderes de lo más variado, al MI6, a la CIA, a una nefasta pareja de detectives privados, a varias mafias de yakuzas, a una organización científica con unos objetivos tampoco nada claros llamada Pandora y a un grupo terrorista filo-contratista denominado Evening Primrose.
Darker than black es un coctel explosivo de metafísica, acción, unos grandes personajes (mi preferido es la timida pero implacable teniente Kirihara, empeñada en atrapar a BK201) y unas agradecidas gotas de humor (el pago de Hei, por ejemplo, es comer como una bestia parda, en plan Goku). Muy recomendable. Yo, como ya he dicho antes, me voy a poner con la segunda temporada en cuanto pueda.
Pd: el opening de la primera parte de la temporada, mucho mejor que el de la segunda:
Un saludete guap@s.
No tenía ni idea de la existencia de esta serie pero con esta frase, me has "matao":
ResponderEliminar"... tan lleno de espiritualidad oriental que mi occidental punto de vista no es capaz de comprender del todo".
Chapó.
Pues muchas gracias, compañero xD
ResponderEliminarA mi me encantó esta serie!! estoy esperando que saquen más capitulos del shinigami negro, yo tampoco entendi muchas cosas pero mola!!
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