Han sido seis meses geniales que recordaré siempre con alegría en el corazón y una sonrisa en la boca (no, si más que sentimental me estoy poniendo cursi). Recordaré a mis compis del despacho 154, el despacho más molón y divertido que ha visto una institución pública nunca: a Maca (tan guapa y simpática, acuerdate del bueno de Fer cuando seas Rectora, primor), a Eli (no menos guapa y simpática, vuelve sana y salva de Irlanda) y Carmona (mi compañero de fatigas de los últimos años, espero que el viaje a Londres no sea el último). También recordaré al resto de compañeros: a Luisgon, a Albín, a Danijudo (que fue el primero en abandonar la nave, espero que me vayan las cosas tan bien como se que le están yendo a él), a Francis e incluso a Jose y Gaspar a pesar de ser nuevos. También, como no, recordaré con carino a Luis, más un amigo que un jefe en todos estos meses.
Y no sólo recordaré a gente sino que tengo muchos recuerdos grabados a fuego para que nunca caigan en el olvido: el agobiante primer mes en el que se juntó un trabajo nuevo con la culminación de mi PFC, todos los días que el Carmona y este pollo se pasaron pegados a Maxima FM para descubrir el nombre de una canción (Ten Miles de Infernal... ¡al final lo conseguimos!), las peleas con el servidor, con Joomla! y con Drupal, el sobre que mandé a China y me devolvieron hecho pedazos, los viernes de cervezas, el viaje a Londres (que tendrá sus posts aparte), los paseitos a Negociado para conseguir carpetas, bolis, postits, cds y cualquier cosa que se nos ocurriera, el día que nos colgaron la super-pizarra, el corrillo de la campos, las medias mixtas, los macarrones de los martes y las paellas de los jueves, los camperos de La Despensa, las medias gratinadas, los bocatas de carne con tomate de La Cordobesa, las manos a la cara de Luis, la tarde en la que Maca casi se carga una impresora, la mano de agua que nos cayó en el Eurofuse, las intrigas palaciegas de los pasillos, el pacto de caballeros (y señorita) que nos va a llevar a recorrer medio mundo dentro de unos añitos, de las frases míticas de Maca ("No tiene tiempo pa`ti", "Pum-Pum, estas muerto", "¿No estas nervioso, Fer?", "Cuchi que, ¡si hace trampas!", "Tu puta madre... y sales corriendo"), las frases míticas de Carmona ("Eres el de la maza", "Chupasela a Gabriel", "Esto es muy terco", "Semantic Web? Oh yeah!") y las frases míticas de Dani ("Algo traes", "Nada es fácil en esta vida, nada", "Vamos ya, ¿como va a ser eso?", "La verdad absoluta está en este libro").
Tantos buenos momentos (seguro que también ha habido malos pero ahora no los recuerdo) se han agolpado esta tarde cuando he apagado las luces del despacho y he cerrado la puerta, que me ha venido el bajonazo y la melancolía. Ojala mañana me levantara, cogiera mi autobus de todos lo días, llegara a la uni y volviera a abrir esa puerta a las nueve de la mañana... sin importar que sea 1 de Agosto y seguir siendo un becarillo de mierda. Lamentablemente no va a ser así sino que saldré de casa, andaré dos minutos y llegaré a Valeo. Una nueva vida. Lo mismo es genial pero puedo asegurar que lo va a tener díficil para luchar con el precedente.
Pd: manda cojones que le haya cogido tanto cariño a un trabajo que empecé con tan mal pie: el primer día me cargué el ordenador intentando instalar Ubuntu. Peor no puedo empezar mañana, ojala el resto vaya igual de bien.
Un saludete guap@s.