Crítica: Cuenta Conmigo

CUENTA CONMIGO (Stand By Me, USA 1986)
Director: Rob Reiner
Reparto: Will Weathon, River Phoenix, Corey Feldman, Jerry O'Connell, Kiefer Sutherland, Richard Dreyfuss, John Cusack
Guión: Raynold Gideon, Bruce A. Evans
Duración: 89'

Esta tarde he vuelto a ver, por enésima vez, Cuenta Conmigo, la película dirigida por Rob Reiner (La Princesa Prometida, Spinal Tap) basada en el relato El Cuerpo de Stephen King. Muchas de las películas de su época se ven ahora como horteras y anticuadas y hasta te preguntas que como es posible que te gustaran en su momento. Con Cuenta Conmigo no ocurre lo mismo sino que incluso vista ahora parece mejor de lo que la recordaba.

Transcurren los últimos días del verano de 1959 en Castle Rock, estado de Oregon. Cuatro chicos de 12 años llamados Gordie, Chris, Teddy y Vern vaguean haciendo lo que suelen hacer los niños de su edad: fumando tabaco barato, haciendose pajas, bebiendo Pepsi, jugando con las pistolas de sus padres e imaginandose maravillosas aventuras. Por una casualidad se enteran del lugar en el que yace el cadaver de un niño desaparecido días atras e, ilusionados con la posibilidad de una aventura real, deciden salir en su busqueda.

Durante el camino hasta el lugar donde se encuentra el cadaver deberán enfrentarse a trenes, sanguijuelas, perros asesinos, la pandilla de matones del pueblo encabezada por Ace (Kiefer Sutherland) y con sus propios problemas: Gordie (Will Wheaton) echa de menos a su hermano mayor recien fallecido y siente que no le importa nada a sus padres porque prefiere escribir y leer a jugar al rugby: Chris (el fenecido y gran River Phoenix) es el menor de una familia de delinqüentes y siente como se ve abocado a terminar tan mal como todos los demás cuando a el lo que le gustaría es salir del pueblo y hacer algo importante; Teddy (un Corey Feldman ya convertido en estrella gracias a Los Gonnies) esta un poco perturbado y ama con locura a un padre que le maltrataba y esta encerrado en un psiquiatrico; Vern (Jerry O'Connell) es el típico gordito y quejica que no puede faltar en ninguna pandilla y que sirve de contrapunto cómico y de conciencia al resto de sus amigos.

En los escasos 89 minutos que dura hay tiempo para divertidísimos momentos de humor (la mítica vomitona en cadena...), de tensión (la aparición del tren en el puente, el encontronazo final con Ace y sus secuaces...) y otros de emoción a raudales (las conversaciones entre Chris y Gordie). Un peliculón en toda regla y representante, junto con otros filmes como Regreso Al Futuro, Los Goonies, Jovenes Ocultos y otros muchos, de toda una época.

Los cuatro chavales lo bordan (lastima que todos, por una razón u otra se terminaran perdiendo) y Kiefer Sutherland iniciaba su carrera para ser el puto amo con un papel totalmente complementario al que haría un año después en la también magnífica Jovenes Ocultos. La banda sonora, por su parte, también es maravillosa y esta repleta de temas imprescindibles del pop y rock primigenio, desde Jerry Lee Lewis a Las Chordettes pasando por el tema que le da nombre a la película: el fantástico Stand By Me de Ben E. King. Otros puntos fuertes son la sobría dirección del irregular Rob Reiner y lo conciso y emotivo del guión. En cuanto a los puntos debiles, sinceramente (parafraseando a Vern jejeje) soy incapaz de encontrarle alguno... se nota que es una de mis películas favoritas de la historia del mundo mundial, ¿no?

Curiosidad: Cuando los cuatro chavales juntan su dinero para comprar comida reunen 2 dolares con 37. 237 es también el numero de la habitación maligna de El Resplandor y el numero de la celda del personaje de Morgan Freeman en Cadena Perpetua

Lo mejor: Todo, todo y todo.
Lo peor: Que ya no se hagan películas así.

Nota: 10/10