Al final no me he podido resistir y he terminado por caer y leerme la novela más vendida, comentada y discutida de lo que llevamos de siglo. Y la verdad es que, una vez leida, no entiendo el alboroto montado: ni comprendo como ha sido capaz de convertirse en el mega-super-best-seller que se ha convertido (después de tres años sigue siendo el número uno en ventas y deja en pañales a gigantes como Clancy, Grisham o Follet) ni comprendo porque tiene tantos detractores catastrofistas y apocalípticos que piensan que es el fin de la literatura.
A mi me ha parecido, simplemente, un libro entretenido, que se lee rápido y que visita casi todos los lugares comunes de los thrillers de trasfondo religioso: conspiraciones en la sombra, acertijos en plan videojuego, montones de localizaciones, giros continuos en la trama y protagonista anodino metido de repente y sin quererlo en medio de la historia. Me ha gustado más que algunos libros del género (El Último Catón de Matilde Asensi, por ejemplo) pero también menos que otros (Código Génesis de John Case).
Una cosa que quizas hizó que no me gustará especialmente el gran hit de Dan Brown fue que ya sabía de antemano quien era el malo maloso de la función (gracias a que el trailer de la película lo mostraba con todo lujo de detalles) y eso hace que la trama y los giros pierdan efectividad. Por otra parte, una vez leida la novela puedo decir que el reparto escogido para la versión en pantalla grande me parece bastante acertado (por lo menos más acertado que Mathew McConaughey y Steve Zahn como Dirk Pitt y Al Giordino en Sahara) pero que no veo a Ron Howard como el director ideal para llevar a cabo la transición, aunque el estilo visual de escribir de Dan Brown no presenta demasiadas complicaciones para ello.
Como curiosidad comentar que, cuando El Código Da Vinci se acababa de publicar y todavía no era un megahit, los productores de 24 se interesaron por comprar los derechos y adaptar la trama para la tercera temporada de las andanzas de Jack Bauer. En mitad de las negociaciones llegó el gran boom y los editores de la novela decidieron que sacarían más provecho vendiendo los derechos para una película dejando a los productores con el culo al aire y buscando con prisas nuevas ideas. No es de extrañar por tanto que la tercera temporada sea la peor de todas (a pesar del gran Joaquin Almeida) aunque tampoco me imagino al bueno de Jack resolviendo anagramas ni paseandose por iglesias y museos. Eso si, su duelo con Silas podía haber dado mucho de si.
Un saludete guap@s.
A mi me ha parecido, simplemente, un libro entretenido, que se lee rápido y que visita casi todos los lugares comunes de los thrillers de trasfondo religioso: conspiraciones en la sombra, acertijos en plan videojuego, montones de localizaciones, giros continuos en la trama y protagonista anodino metido de repente y sin quererlo en medio de la historia. Me ha gustado más que algunos libros del género (El Último Catón de Matilde Asensi, por ejemplo) pero también menos que otros (Código Génesis de John Case).
Una cosa que quizas hizó que no me gustará especialmente el gran hit de Dan Brown fue que ya sabía de antemano quien era el malo maloso de la función (gracias a que el trailer de la película lo mostraba con todo lujo de detalles) y eso hace que la trama y los giros pierdan efectividad. Por otra parte, una vez leida la novela puedo decir que el reparto escogido para la versión en pantalla grande me parece bastante acertado (por lo menos más acertado que Mathew McConaughey y Steve Zahn como Dirk Pitt y Al Giordino en Sahara) pero que no veo a Ron Howard como el director ideal para llevar a cabo la transición, aunque el estilo visual de escribir de Dan Brown no presenta demasiadas complicaciones para ello.
Como curiosidad comentar que, cuando El Código Da Vinci se acababa de publicar y todavía no era un megahit, los productores de 24 se interesaron por comprar los derechos y adaptar la trama para la tercera temporada de las andanzas de Jack Bauer. En mitad de las negociaciones llegó el gran boom y los editores de la novela decidieron que sacarían más provecho vendiendo los derechos para una película dejando a los productores con el culo al aire y buscando con prisas nuevas ideas. No es de extrañar por tanto que la tercera temporada sea la peor de todas (a pesar del gran Joaquin Almeida) aunque tampoco me imagino al bueno de Jack resolviendo anagramas ni paseandose por iglesias y museos. Eso si, su duelo con Silas podía haber dado mucho de si.
Un saludete guap@s.
Pues a mí la tercera de "24" me parece buenísima: lo único que me sobra es la aparición de Nina y su desenlace. El malvado es una némesis perfecta de Jack, su reflejo en el espejo, y la ejecución de Amador es una de las experiencias más intensas que uno puede tener frente a la pantalla del televisor. Además, cada vez que Elisha Cuthbert y Alexandra Lydon compartían plano...
ResponderEliminarSiento no comentar nada del libro, pero no me lo he leído.
Perdón, quise decir la ejecución de CHAPPELLE. Es que es un baile de nombres...
ResponderEliminarHola, soy la única persona de España que no ha leído el Código da Vinci, y me temo que Tom Hanks no me lo va a perdonar.
ResponderEliminar¿Será una prueba que tendré que pasar como Orfeo cuando bajó al infierno?
No sé...
Noel: Pues a mi la tercera me parece una fantasmada que no pega muy bien con el resto de temporadas pero para gustos los colores, los looks de Beckham y las temporadas de 24 jejeje.
ResponderEliminarAura: Tu tranquila, que Tom te perdona, que es buena gente xDDD
No pude acabarme el libro: a mitad lo dejé porque me parecía una tomadura de pelo.
ResponderEliminarEn cuanto a la tercera de 24, desde luego es la más floja (¡ni siquiera sale Mandy, por favor!), se nota que la iban escribiendo sobre la marcha y no tienen muy claro dónde van. Aun así tiene unos cuantos momentos excelentes.