No, no es que me haya atiborrado a cervezas sino que se me ha escacharrado el monitor y mirarlo es como hacerlo a traves de una botella de Heineken: todo se ve verde. Es horrible, terminas con los ojos llorosos y la cabeza como un bombo.
Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y aprovechando este contratiempo he decidido jubilar el monitor y comprarme uno nuevo, un TFT molón. A ver si alguno de mis hermanos decide contribuir y no me sale por un ojo de la cara, aunque con el rostro que tienen seguro que se escabullen.
Un saludete a tod@s.
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