A todo el mundo le gusta el verano, es la epoca del año favorita de la gran mayoría pero yo, sin embargo, lo detesto. Y no es un simple capricho sino que tengo bastantes razones para que, todas juntas, hagan que cada año desee entrar en una especie de hibernación y dormirme a principios de Julio y despertarme a finales de Septiembre. Aunque todas estas razones se pueden resumir en una sola: hace 6 veranos que no tengo vacaciones.
Pues si, terminé la selectividad en Junio del 2000 y me puse por primera vez a currar a la semana siguiente y desde entonces todos los veranos a pringar en la industria de la iluminación automovilística. Pero no es solo eso sino que, ademas, como soy un zoquete, pues siempre me quedan asignaturas para la convocatoria de Septiembre y debo dedicarle un tiempecito también al estudio. Puedo asegurar que compaginar turnos de 8 horas de curro, estudiar densas asignaturas informáticas y el horroroso calor jiennense es un auténtico infierno.
Por lo tanto, no es de extrañar que desee con todas mis fuerzas borrar de un plumazo el mes que hoy comienza (maldito Agosto) e incluso gran parte del que viene y que así vuelva la tranquila rutina del estudiante universitario y me pueda gastar lo ganado con el sudor de mi frente en mis vicios y chucherías.
Si tampoco te gusta el verano, solidarizate con este humilde pollo y así se nos hará más llevadero nuestro sufrimiento.
Saludetes guap@s.
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